El sofá, por sus dimensiones y por el uso que le vamos a dar, es una de las piezas más importantes del mobiliario de nuestra casa. Por eso, cuando lo vamos a comprar, debemos tener en cuenta el material del que está hecho, su diseño, tamaño… y, por supuesto, el color.
Hay que tener en cuenta que el sofá es un mueble muy grande, por lo que su color debe encajar con la decoración general de donde lo vamos a colocar. Y es que su tono debe encajar con las paredes de la estancia, y con los complementos de decoración, desde los más pequeños a las alfombras, y cortinas.
Por eso, es importante tener en cuenta algunos consejos básicos a la hora de decidir el color del sofá que vamos a colocar en nuestro salón.
Para empezar, hay que decidir qué tipo de decoración queremos que tenga la estancia en global, ya que ésta va a determinar el color del sofá que vamos a comprar. Por ejemplo, un salón moderno va a necesitar un sofá de colores cálidos, que den vida a todo el salón.
De igual modo, es necesario que coordinemos el color de las paredes del salón con el del sofá. Una de las combinaciones más tradicionales es la de pintar las paredes de tonos claros , y colocar sofás que sean oscuros. Este tono, además de ser muy práctico por la limpieza, resulta visualmente muy elegante.
En cambio, si pretendemos crear una decoración original y moderna para nuestro salón, debemos pensar en comprar sofás de colores alegres y chillones. Aunque su apariencia nos diga lo contrario, la verdad es que una vez colocados vamos a comprobar que se integran perfectamente en el ambiente general que se busca.
Finalmente, no podemos olvidarnos de los tonos claros. Aunque las paredes del salón sean claras, la verdad es que se puede optar por comprar sofás en colores como el blanco. Una de sus mayores ventajas es que van a aumentar de manera bastante importante la luminosidad de la estancia, ya que este tono refleja la luz.