Una de las piezas indispensables en la decoración de una sala es el sillón. Y es que no debemos olvidar que en este mueble vamos a pasar muchas horas de relajación, leyendo, escuchando música, o hablando con nuestra familia.
Además, no podemos olvidar la aportación estética que hace el sillón a la decoración global de la estancia, ya que es uno de los muebles más grandes que vamos a colocar en la sala. Por todos estos motivos, debemos ser muy conscientes de qué factores nos llevan a la elección de nuestro sillón perfecto.
Lo primero que debemos tener en cuenta antes de comprar un sillón es la decoración que ya tiene nuestra sala. No es lo mismo comprar un sillón para una sala de estar clásica que para un salón moderno y minimalista. Por eso, es recomendable tener en cuenta el material de que está hecho, y el tipo de tapizado que tiene.
De todos modos, el criterio principal de elección debe ser la comodidad que nos proporciona este asiento. Vendrá determinada por sus dimensiones, formas y materiales, y también es importante que se adapte a nuestra altura, y a la longitud de nuestras piernas. Igualmente, también debemos vigilar su tipo de relleno y su solidez, para que no sea ni demasiado blando ni demasiado duro.
Por supuesto, tampoco compraremos el mismo sillón para una sala de estar, que para la sala de espera de un médico. Es importante valorar donde se ubicará el sillón, antes de decidir exactamente el modelo que queremos comprar.
Para acabar con esta lista de consejos no podemos obviar un factor muy importante, aunque no esté directamente relacionado con la decoración: el precio del sillón que nos gusta. Aunque un mueble muy caro no es una garantía de comodidad y calidad, si que es verdad que merece la pena gastar un poco más en una pieza que nos asegure los mejores resultados. Tan solo hay que verlo como una inversión a largo plazo.