Lo retro y vintage está de moda, tanto en decoración como en cualquier ámbito estético, como la moda. Cada vez más personas deciden dar a su casa un aire antiguo siguiendo la ya popular tendencia vintage.
Si te preguntas en qué consiste la tendencia vintage, debes saber que esta palabra se usa para referirnos a cualquier objeto antiguo, de diseño artístico y alta calidad, que tenga un mínimo de 25-30 años.
Una de las claves del triunfo del estilo vintage es que combina a la perfección la elegancia y el romanticismo propios de los estilos más antiguos con elementos de decoración muy actuales y modernos. Por lo tanto, es importante que sepamos como aplicar estos dos tipos de elementos en un mismo espacio.
Uno de los elementos que no pueden faltar en este estilo de decoración son los muebles antiguos, esencialmente naturales y románticos de forja y de madera decapada. Su efecto aun será mucho mayor si los completamos con objetos antiguos como un teléfono de los años 50, un jarrón afrancesado, cuadros imperio, frascos de perfume antiguos o relojes antiguos de pared.
Precisamente, uno de los atractivos de la decoración vintage es que el uso de estos elementos combinados con otros de actuales, como sillas modernas, o lámparas colgantes de estilos actuales. Con ello, se consigue un espacio muy personal, en el que se combinan la diversión, la originalidad y, sobretodo, un espíritu muy vivo.
La gama de colores en la que debe basarse una decoración de estilo vintage girará, esencialmente, en torno al blanco, el negro y los colores pastel, con algún toque llamativo. Por supuesto, los estampados de flores son un elemento indispensable en la decoración de una estancia siguiendo el estilo vintage. La ropa del hogar, las alfombras, los cojines, el papel de la pared… todos son susceptibles de contar con un estampado de este tipo, siempre en colores frescos, llenos de vida. Asimismo, los materiales adecuados para ser introducidos en una decoración de este tipo son la madera, el mimbre y la forja.