La decoración de estilo retro se está convirtiendo en una de las más empleadas en los últimos tiempos, hasta el punto de ser tendencia, igual que sucede con la moda de vestir de estilo vintage.
La verdad es que el estilo retro se corresponde con los objetos y colores de decoración que fueron moda en las décadas de los años 60, 70 y 80, y que han marcado a los profesionales de la decoración que marcan estilo en la actualidad con sus creaciones. Para conseguir que nuestra casa tenga una decoración retro, llena de color y con un cierto aire actual, tan sólo tenemos que seguir unas ciertas pautas de decoración.
Lo primero en lo que debemos fijarnos es en el color de las paredes, que se convierten en uno de los elementos de referencia para la decoración retro. Es esencial que las decoremos con papeles pintados de colores llamativos, en tonos vivos y con figuras geométricas en diferentes tamaños o que den esa sensación. Serán, de hecho, el motivo decorativo principal y más retro de toda la decoración.
El mobiliario es el siguiente elemento a tener en cuenta para conseguir una decoración de estilo retro. Serán indispensables las piezas con patas a la vista, preferiblemente en diagonal y con tapizado en capitoné, en los sofás y sillas. Por supuesto, no podemos olvidarnos de incluir accesorios como radios, tocadiscos, teléfonos y similares para dar un aspecto de más autenticidad, todos ellos siguiendo una línea de diseño antiguo.
Asimismo, la estética retro es una referencia para las cocinas. Una combinación de baldosas de cuadros grandes y alacenas robustas pintadas en tonos pastel, preferiblemente en verde o azul, es la base para que la cocina siga este estilo. Además, en el mercado podemos encontrar numerosos electrodomésticos de diseño retro que complementarán a la perfección la decoración de la estancia.
Finalmente, no podemos olvidarnos del dormitorio. Para decorarlo con un estilo retro, debemos optar por muebles de la época y optar por cabeceros en rejilla, maniquís para colocar joyas o fulares, y otros accesorios.