Uno de los materiales más prácticos, a la vez que estéticos, para decorar nuestro hogar es el gresite. Seguro que lo has visto en el interior de las piscinas como esos pequeños cuadraditos que parecen azulejos, y que forran sus paredes.
Hoy en día, el uso del gresite va más allá, e incluye tanto el interior como el exterior de las casas. De hecho, se tiene especial predilección por colocarlo en la decoración de cocinas y baños.
Estas múltiples aplicaciones del gresite se deben a sus grandes cualidades, como su resistencia y, prácticamente, el nulo mantenimiento que necesita. De hecho, se limpia pasando simplemente un trapo húmedo con jabón neutro, y ni siquiera le afectan los cambios de temperatura propios de las cocinas.
A nivel estético, el gresite tiene numerosos acabados(vidrioso, cerámico, liso, en relieve, con brillo, mate), que proporcionan posibilidades prácticamente infinitas a los amantes de la decoración. Además, sus piezas pequeñas también hacen posible que las podamos adaptar a cualquier espacio, proporcionando la sensación de que la habitación es mucho mayor.
De hecho, una de las principales características del gresite es su versatilidad, ya que ofrece piezas de entre 2 y 5 centímetros, con diferentes diseños. Por lo tanto, sus posibilidades de combinación son prácticamente infinitas.
Incluso la colocación del gresite es especialmente sencilla, ya que solo hay que extender una capa de cola sobre la pared y colocar encima las placas de gresite, procurando que haya la misma distancia entre todas para que quede de forma uniforme: más rápido y sencillo, imposible.
Quizás el único defecto que se puede reprochar al gresite es su precio, ya que no lo podemos considerar ni mucho menos como un recubrimiento barato. Aunque varíe dependiendo del establecimiento donde se compra, la verdad es que su coste gira en torno a los 30 euros el metro cuadrado. Si vemos que nuestro bolsillo no llega a este gasto para decorar toda una cocina o un baño, siempre podemos optar por conseguir un material que es similar tanto en prestaciones como en estética, como son las baldosas de gres.