La moqueta es uno de los elementos más habituales a la decorar ciertas estancias de un hogar, como el salón o las habitaciones. Este tipo de revestimiento de suelos es muy útil especialmente en invierno, además de decorativa, pero es importante que sepamos escoger la más adecuada para nuestra casa.
La verdad es que las moquetas de hoy en día no tienen nada que ver con las de hace unos años. Hoy en día podemos encontrar en el mercado multitud de diseños, que nos permitirán encajarlos perfectamente en nuestra decoración.
A la hora de elegir una moqueta, debes empezar por conocer su resistencia, que es diferente según el material del que está hecho. La resistencia que se denomina T1 es la menor, con lo que será adecuada para lugares de poco paso, mientras que la mayor es la T6. Si buscamos una moqueta de un material resistente, cálido y acogedor, lo mejor es que nos inclinemos por la hecha a base de lana. Los materiales sintéticos son más económicos y también pueden llegar a ser muy resistentes.
Al comprar una moqueta, también debemos fijarnos en su acabado, que puede determinar la estética del lugar donde la vamos a instalar. Ten en cuenta que puede ser cortado, saxony, rizado o estructurado, estos dos últimos con un interesante efecto relieve. Igualmente, es recomendable que si puedes te decantes por una moqueta tejida, ya que este modo de fabricación es el que garantiza la mejor calidad y resistencia, aunque también es el más caro.
Finalmente, también es importante que te fijes en el sistema de colocación de la moqueta que quieres adquirir. Te encontrarás con modelos que solo necesitan de una lámina de látex para adherirse, mientras que algunos tienen incluso una capa de espuma de látex que absorbe el peso y evita que la moqueta se deforme con las pisadas.
La resistencia, calidad y tacto son tres de las características fundamentales que, en definitiva, debes valorar si te aporta la moqueta que quieres comprar. Todo esto sin olvidar, por supuesto, la estética del lugar donde va a instalarse.