Acabas de llegar a tu nuevo piso y te encuentras con todas las paredes pintadas de un color blanco impoluto.
Evidentemente, algunas las vas a cubrir con muebles, pero ¿y las otras? A veces una gran superficie de pared blanca en un piso en el que, además, no estamos acostumbrados a manejarnos puede desconcertarnos un poco. Te damos algunas ideas.
Si en una habitación te queda más de una pared blanca vacía, seguro que te da una sensación poco cálida. Una de las opciones más sencillas y prácticas, a la vez que modernas, para llevar una parte de este espacio es recorrer a los populares vinilos decorativos. Hoy en día los tenemos a nuestro alcance en muchísimas tiendas, y en tantos colores y formas que es imposible no encontrar un diseño que no encaje perfectamente con nuestros gustos.
Si queremos algo más personal, podemos recurrir a alguna persona con un poco de gracia para la pintura y decirle que nos haga unos trazos en ciertas zonas de la pared, a modo de zócalo de diseño. También puedes optar porque te realice algunos dibujos especialmente diseñados para ti, que vayan acorde con tu personalidad.
Otro elemento que no puede fallar en ninguna casa son las plantas, que dan un punto de naturaleza y de vida a un espacio. Una buena opción es que coloquemos una serie de macetas suspendidas en la pared blanca. Pueden ser de colores alegres y llamativos, y proporcionarán un aire natural al espacio.
Las posibilidades de decoración de una pared blanca son infinitas. Solo hace falta que seamos capaces de dar rienda suelta a nuestra imaginación y que no tengamos miedo a reflejar nuestra personalidad en ese lienzo en blanco que tenemos a nuestra disposición: paneles de materiales diferentes en sectores concretos, un empapelado parcial, o una simulación de una ventana falsa son algunas ideas simples a la vez que efectivas para dar un toque único a espacios de tu casa, como un comedor o un salón.
¡Anímate a decorar tu casa con personalidad y a darle un toque especial a esa pared que se convertirá en el centro de atención de todos los que vengan a visitarte!
Si tienes un piso pequeño, te habrás dado cuenta de lo importante que resulta separar espacios sin tener que recurrir a paredes que acaban disminuyendo aun más el espacio, y dando sensación de agobio. 
Cada vez más personas deciden capear la crisis económica compartiendo piso, especialmente los jóvenes, o recién divorciados. La verdad es que vivir en un piso con gente prácticamente desconocida es la mejor opción económica, pero implica tener que reestructurar la decoración de manera que sea satisfactoria para todos los habitantes de la casa.