El estilo minimalista puede aportar a tu hogar un ambiente tranquilo, lleno de elegancia. Si eres un amante de la decoración moderna, te sugerimos que optes por esta tendencia, que te ayudará a reflejar la armonía que quieres que tenga tu casa.
Una de las primeras cosas que debes tener en cuenta a la hora de empezar a decorar una casa de estilo minimalista es que, los pocos elementos que vas a poner, tienen que armonizar perfectamente. Un solo complemento de decoración mal puesto puede arruinarte todo lo que hayas creado.
En cuanto a los muebles, es importante que los escojas de líneas simples, nunca curvas, igual que las alfombras y los cuadros. La sencillez debe ser tu principal objetivo. Una sugerencia, procura que el cuadro, u objeto de decoración que elijas, sea algo especial. Una obra de arte, bien colocada e iluminada, puede dar un toque único de personalidad a tu casa.
Pese a esta recomendación, no debes nunca olvidar uno de los principales preceptos del minimalismo: menos es más. La austeridad en muebles, colores, y elementos debe ser tu principal objetivo. También la luminosidad es fundamental, ya sea natural o artificial, a la hora de ayudar a la decoración de un ambiente de estilo minimalista. Con ella, los colores, formas y texturas se realzan hasta adquirir una dimensión propia.
Por supuesto, el orden es algo que no puede faltar en una casa minimalista. En este estilo decorativo debe primar la funcionalidad, y bajo este criterio hay que desechar todos aquellos elementos que solo nos sirven de adorno, y se acumulan sin ton ni son en las estanterías.
¿No sabes que colores son los más adecuados para decorar una casa de estilo minimalista? Te sugerimos que te bases en el blanco, con toques grises y marrones, y que escojas algún accesorio en particular que te vaya a dar un toque de color, como cojines, o una alfombra. Eso sí, los estampados están completamente prohibidos.
Un consejo final: selecciona muy bien el mobiliario que vas a poner en tu casa de estilo minimalista. Todos tienes que estar escogidos con atención, y pensados para cubrir una función concreta, no son simplemente un recurso para tapar ‘huecos’ de un espacio.