Las casas de campo, o las antiguas, tienen una estructura especial, que merece la pena que resaltemos con una decoración de estilo rústico.
Una de las primeras cosas a tener en cuenta a la hora de decorar un espacio con este estilo, es la necesidad de usar materiales naturales como la madera, cerámica, hierro, paja o mimbre. De hecho, toda la decoración debe estar relacionada con la naturaleza, y dar esta sensación.
Para dar un toque rústico a nuestra casa, debemos valorar diversos aspectos, cuya combinación hará posible que se cree este ambiente tradicional de campo. Uno de los más importantes , es el color que va a predominar en la decoración. La gama de tonos cálidos es imprescindible para conseguir un ambiente cálido y sencillo. Podemos optar por los colores tierra, rojizos, marrones, verdes o grises, y evitar siempre que sean brillantes. Además, podemos jugar a hacer contrastes con los colores de los accesorios de decoración, y las tonalidades de flores y plantas.
De igual modo, es importante que para que nuestra casa tenga una decoración de estilo rústico, elijamos materiales naturales, como la madera, el cristal, o la piedra, que es fantástica para decorar cocinas y baños, ya que combinan el efecto estético de la decoración con practicidad y resistencia.
De todos modos, una decoración de estilo rústico no estará nunca del todo completa, si no cuidamos los detalles y los accesorios. Éstos son, en realidad, los máximos responsables de que la casa adquiera ese toque antiguo que andamos buscando. No puede faltar en toda la casa plantas naturales, especialmente las aromáticas, y flores secas, así como jarrones antiguos o, incluso, modelos de teléfonos y aparatos de otras épocas. En la cocina, podemos optar por cacerolas de cobre, cestas de mimbre, cortinas… Tan sólo tenemos que recordar como lucía la casa de nuestros abuelos cuando íbamos de vacaciones.
¿Qué te parece la idea? Sigue estos consejos básicos y tendrás una casa genuinamente rústica sin tener que hacer un gran esfuerzo, ni gastar demasiado dinero.