El art deco es uno de los estilos de decoración más antiguos que existen, ya que nació después de la Primera Guerra Mundial. En ese momento, las personas querían romper con la tristeza de los últimos tiempos, buscando glamour e innovación para redecorar su hogar.
De hecho, el art deco pretende combinar elegancia, comodidad y modernidad, para conseguir un aspecto vanguardista a partir de la combinación de texturas muy diversas.
Una de las cosas que más nos llamará la atención al ver un espacio que sigue las pautas del estilo art deco es la abundancia de tonos dorados y joyería que presenta en cada uno de los espacios.
También se aprecia el uso de pocos colores en la decoración, esencialmente el negro, plata y dorado, combinados con toques de rojo, verde, blanco, gris y azul pálido. Eso sí, mejor no mezclar más de 3 tonos para que el ambiente no resulte muy pesado.
Los suelos de un art deco acostumbran a seguir el esquema de cuadros en blanco y negro, y las alfombras complementarias deben tener diseños de remolinos o flores, lo más común son las alfombras en color marrón, gris o negro.
Una de las cosas verdaderamente llamativas del art deco es las lámparas que se colocan, y que tienen que ser muy abundantes. Lo ideal es que tengan pantallas de vidrio soplado y diseños y formas originales y estén construidas en materiales como el acero. Los colores dorado y plateado son los preferidos.
Otro aspecto importante de la decoración art deco son los muebles que vamos a elegir, y que deben caracterizarse por sus líneas elegantes y el uso de materiales como la madera y el cuero y el terciopelo combinados. Tan solo hay que combinarlos usando los colores que combinen con los de las paredes.
Finalmente, hacemos mención especial a los complementos decorativos, que deben ser sobretodo de madera, plata, hierro y bronce. Entre los accesorios y adornos perfectos, no podemos olvidarnos de los espejos, esculturas, y vasos decorativos.
¿Ves tu casa decorada siguiendo las pautas del estilo art deco?