El feng shui es una disciplina oriental que ayuda a que la vida en nuestra casa sea armoniosa y plena.
Se basa en el principio de la existencia de dos energías, que pese a ser opuestas se complementan: el yin y el yan, y que trabajan con los elementos esenciales: tierra, agua, madera, metal y fuego. Se considera que bien repartidos son los que logran crear la armonía, por lo que hay que respetar unas reglas relativas a la decoración basada en el feng shui.
Te damos algunos consejos básicos para que poco a poco consigas adaptar tu hogar a esta filosofía oriental y puedas ir notando poco a poco los cambios positivos que trae a tu vida.
Para empezar, a la hora de decorar nuestro dormitorio, debemos tener en cuenta sobretodo la posición de la cama, cuyo cabecero ha de estar apoyado en la pared más alejada de la puerta y, a poder ser, no tener nada colgado encima.
En la cocina, uno de los lugares más visitados, debemos tener cuidado con los colores que usamos, ya que influirán mucho en el ambiente que se genere en este espacio. Podemos inclinarnos por el rojo y el azul en moderación, y combinado con colores neutros o el amarillo, que siempre aporta alegría.
La sala es el lugar de la casa donde tiene que reinar la buena comunicación, con lo que podemos favorecerla usando técnicas del feng shui como situar los asientos formando entre sí ángulos de 90 grados.
Acabamos con unas recomendaciones importantes acerca de una de las partes fundamentales de la casa: el baño, que se considera zona de purificación y relajación. Hay que procurar que no sea de dimensiones excesivas, y que tenga una ventana que de al exterior, aunque sea pequeña.
Si tienes que decorar también la habitación de un bebé debes saber que, según el Feng Shui, tiene que disponer de cuanta más luz natural mejor y estar pintado en colores claros. Los motivos de animales, niños y payasos transmiten una atmosfera de convivencia. Es importante que no se llene la habitación de juguetes y peluches, ya que le quitan energía al bebé.