Cada vez más personas trabajamos en casa y, por lo tanto, necesitamos acondicionar un espacio propio para que nos haga las funciones de oficina, y podamos trabajar cómodamente en él.
Para conseguir sentirnos bien en nuestra oficina casera necesitamos crear un ambiente cómodo, acogedor y relajante. Cuantas más energías positivas consigamos canalizar en este espacio, más influencias efectivas tendremos a la hora de desarrollar nuestro trabajo de forma correcta.
La disciplina del Feng Shui nos ofrece algunos consejos para que podamos organizar y decorar nuestra oficina en casa, asegurando que consigamos crear el ambiente ideal para favorecer nuestra creatividad y concentración a la hora de trabajar.
Para empezar, debemos encontrar la ubicación ideal de la oficina. Si llevamos a cabo un trabajo activo, en el que debemos interactuar con muchas personas, es recomendable que la oficina se ubique en la parte frontal de tu vivienda.
En cambio, si llevamos a cabo un trabajo más personal y contemplativo, es una buena idea que ubiquemos nuestra oficina en las habitaciones traseras del hogar, ya que estos espacios ofrecen el ambiente adecuado para ayudarnos a concentrarnos y a reflexionar sobre estas tareas. Por lo tanto, es ideal para que trabajen artistas y escritores.
La teoría del Feng Shui también dice que es muy importante como se coloca el escritorio de la oficina, cuya ubicación resulta clave para que podamos canalizar las energías positivas que fluyen de manera adecuada, con tal de obtener ayuda para nuestro trabajo.
Lo más recomendable es que la ubicación del escritorio siga unos conceptos básicos:
• Nos permita ver la puerta cuando estamos sentados en él
• Tengamos una pared sólida detrás
• Nos permita disfrutar de una vista agradable y relajante desde la ventana.
Si las dimensiones y la orientación de la habitación donde vamos a colocar la oficina no nos permiten que se cumplan estos puntos, siempre tenemos la opción de colocar un espejo que refleje el paisaje que se ve por la ventana, ya que se debe dar prioridad a que podamos ver ‘en directo’ la puerta de entrada a la oficina.