Cuando nos planteamos decorar nuestra casa siguiendo las pautas del estilo rústico en realidad pretendemos llevar el encanto de las antiguas casas de pueblo a la gran ciudad. Esto implica, por lo tanto, centrarse en los elementos decorativos tradicionales como la madera, especialmente la de pino, que aporta una gran calidez a los ambientes rústicos.
Una de las cosas que más caracteriza una decoración de estilo rústico es que convierte los espacios en donde se aplica en lugares especialmente cálidos y humanizados. Para conseguirlo, se usan materiales como la piedra y el barro en la construcción y fibras naturales en los muebles, como por ejemplo el mimbre.
El mobiliario de una decoración rústica debes buscarlo en pequeñas tiendas de artesanos, a poder ser que lo hayan hecho a mano. Una de las piezas que no puedes obviar en un comedor rústico es una mesa enorme del estilo de los años 40, igual que las alacenas abiertas, con las que nuestras abuelas exhibían la loza.
El dormitorio es otro de los espacios en los que el estilo rústico tiene una presencia más importante. Lámparas con un diseño que de sensación de antigüedad, y camas con una espectacular estructura hecha a base de hierro forjado son dos de los elementos indispensables de la decoración rústica de una habitación.
Como toque final a estos impresionantes muebles artesanos resulta indispensable que recurramos a cortinas y alfombras lisas o con estampado sobrio y a colores naturales en las paredes y accesorios, como el azul, marrón o verde.
Una variación del estilo rústico que es tendencia actualmente en decoración es el rústico vintage, que pretende aplicar detalles decorativos de épocas mucho más antiguas en nuestra casa, para dar sensación de calidez de hogar.
En un salón comedor de estilo rústico vintage es una buena idea optar por paredes en color tostado, con muebles de maderas restauradas, sillas de respaldo alto estilo Europeo en colores azul y blanco. Naturalmente, no puedes olvidarte de complementar la decoración con lámparas y cuadros de la época. Los más pequeños detalles son esenciales, incluso en la instalación de los marcos de las puertas.