A la hora de pensar en como vamos a decorar nuestra cocina, siempre pensamos en los muebles, los colores… etc. Pero pocas veces nos paramos a tener en cuenta un factor fundamental: la distribución de la estancia. Nunca podremos organizar del mismo modo una cocina con forma angular, o una lineal. Y es importante tenerlo en cuenta, porque una distribución incorrecta puede acabar con una cocina poco funcional, incomoda y asfixiante.
Por lo tanto, es importante tener en cuenta que existen cuatro tipos de cocinas, dependiendo de su forma: lineal, paralela, angular y abierta o americana.
Una cocina lineal tiene todos sus elementos distribuidos en una sola pared. Esto hace que pueda acabar siendo ‘aburrida’ o que se la acuse de falta de personalidad. Para evitarlo, a la hora de decorarla se puede combinar muebles abiertos y compartimentos cerrados, y jugar con los niveles.
Una cocina paralela es parecida a la lineal, pero cuenta con la ventaja de tener otra pared con espacio suficiente para alinear también elementos. Es importante que entre ambas paredes haya más de un metro de separación, para facilitar que se pueda trabajar cómodamente en ella. Si no existe, hay que olvidarse de decorar una de las paredes.
La cocina angular es la que se instala en estancias cuadradas o rectangulares. Se puede aprovechar todos el espacio, gracias a que actualmente los fabricantes ofrecen soluciones angulares de almacenamiento muy prácticas. También permite instalar una mesa para comer o preparar platos con comodidad.
Finalmente, existen las cocinas abiertas, también llamadas americanas. Son las que se abren hacia el salón-comedor, integrándose perfectamente sin tener barreras. Esto tiene ventajas e inconvenientes a la hora de decorarlas, ya que aunque son divertidas y muy dinámicas, provocan que tanto los ruidos como los olores lleguen más fácilmente al resto del hogar. Por lo tanto, a la hora de decorar estas cocinas debemos tener especial cuidado de elegir electrodomésticos silenciosos y tener una campana extractora potente y eficaz.
Como se puede comprobar, la forma de la estancia donde vamos a instalar la cocina acaba siendo determinante a la hora de plantearse la decoración.