Cuando decoramos una casa de dos plantas, nos enfrentamos a un reto diferente que en los pisos: las escaleras interiores. Aunque solo sean un lugar de paso, también merecen nuestra atención, ya que es necesario que mantengan la misma estética que el resto de la casa.
Además, es igual de importante que tengamos en cuenta la iluminación de las escaleras, tanto por seguridad, como por la decoración general del espacio, ya que una buena luz puede resaltar los demás elementos ornamentales.
La iluminación de unas escaleras interiores debe ser el resultado de varios factores: la entrada de luz natural, las sombras que se generar y la cantidad de luces necesarias.
Una buena manera de mejorar la luz de las escaleras es instalar unos pequeños apliques en la pared, un poco por encima de los escalones. De esta manera, aumenta la visibilidad, y además se resalta la estética de la escalera en general.
Asimismo, también necesitaremos una lámpara que proporcione iluminación general, para ello lo más cómodo serán los plafones laterales, que no entorpecerán cuando subamos o bajemos.
De todos modos, la mejor opción es usar la iluminación integrada, ya que permite situar la luz donde más falta hace: cada uno de los escalones o cada dos a lo mínimo. Además, como se usan luces LED, no consume prácticamente electricidad.
La iluminación integrada tiene varias opciones de instalación, desde el vertical del escalón, a ambos laterales de los escalones, o simplemente a uno solo. Otro método es colocar la fuente de luz justo en la superficie superior del peldaño. Este tipo de luz es más intensa, pero no es muy funcional, porque solo ilumina un punto muy concreto, y directamente a la persona que sube por ellas.
De todos modos, el criterio para colocar iluminación en una escalera debe ser que sea visto el acceso y las diferencias de nivel. Y esta idea se puede aplicar a todo tipo de escaleras, independientemente de su tamaño, y de si son exteriores o interiores.