Una buena manera de cambiar el aspecto de nuestra casa sin hacer obras excesivas, es recurrir a colocar papel pintado, para que las paredes tengan una apariencia completamente diferente.
Aunque hasta hace poco el papel pintado se consideraba como algo de la época de nuestros abuelos, la verdad es que hoy en día es una de las formas más sencillas y baratas de decorar las paredes, a la vez que efectivas.
Una de las principales características del papel pintado es que a la hora de decorar una estancia, nos va a permitir darle un aire muy personal a cada estancia en la que lo pongamos. Por muy poco dinero, algo a tener en cuenta en los tiempos de crisis que corren, podremos hacer que nuestro comedor o dormitorio tengan un toque completamente diferente.
Otra ventaja es que el papel pintado permite numerosas opciones prácticas a la hora de decorar. Para empezar, se puede combinar de infinitas maneras con la pintura, y con otros papeles. Además, con el papel conseguiremos que las posibles imperfecciones que haya en la pared se notarán mucho menos que con la pintura.
Otra de las ventajas es que tiene una gran variedad de diseños en el mercado, lo que nos permitirá encontrar la opción perfecta para decorar nuestra vivienda, consiguiendo diversos efectos decorativos que con la pintura no es tan sencillo de lograr, y que pueden resultar espectaculares en la pared. Y eso por no hablar de su sencilla limpieza. Y es que con solo pasar un paño y agua con jabón el papel nos quedará con un aspecto como nuevo.
De todos modos, debemos ser conscientes de que recurrir al papel pintado también nos puede generar algún que otro inconveniente, como su precio. Pese a no ser una decoración costosa, hay que tener en cuenta que, aunque depende mucho de la calidad y el material, normalmente la pintura es mucho más económica que el papel.
En todo caso, siempre se puede buscar una opción intermedia entre la pintura y el papel pintado usando rodillos con texturas para decorar nuestras paredes.
Decora tus paredes con estilo retro
Todos recordamos la decoración de la casa de nuestros padres y abuelos, que hasta hace unos años se consideraba como algo antiguo y pasado de moda. Ahora, las paredes de nuestra infancia vuelven a ser tendencia en decoración.
El papel pintado de estilo retro, como el que ha popularizado la serie de televisión ‘Cuéntame’ recordándonos viejos tiempos, está de moda hoy en día para proporcionar el aire vintage que triunfa en la decoración actual. Eso sí, la clave está en usarlo con moderación, sin llenar la casa de los colores y motivos que caracterizan este estilo.
El motivo de la necesidad de moderación es bien claro: los papeles pintados retro se caracterizan por diseños grandes y llamativos, ya sean flores, o motivos geométricos. Y hoy en día es fácil encontrarlos en catálogos de las principales empresas de papel pintado, donde abundan las imitaciones y reediciones de antiguos diseños. No hace falta ir a tiendas vintage para encontrar papeles que parecen sacados de unas décadas atrás.
Y cuando decimos décadas atrás, nos referimos a que los papeles pintados retro que se hacen hoy en día recrean casi a la perfección las modas de decoración de hace muchos años, desde los colores vivos y los motivos de los años 70, a las texturas como el damasco, los brocados, motivos con flores pequeñas, tonos suaves, etc. La variedad de estilos y épocas es increíble.
Una de las recomendaciones para que la decoración de paredes con papel pintado de aire retro triunfe es combinar las texturas y diseños para que no quede un espacio demasiado recargado. Por ejemplo, se puede mezclar una pared empapelada con grandes dibujos y llamativos colores, con otras lisas y más suaves, o combinar alegres flores con rayas sobrias.
También es importante en este caso darle el mayor protagonismo a las paredes, y aligerar el espacio poniendo los muebles justos y los complementos de decoración indispensables. De esta manera, se realza mediante lo retro el elemento decorativo o arquitectónico de la habitación, y se acierta de pleno consiguiendo una estancia divertida y original, pero vulgar o excesiva a simple vista.