Ya son una constante en muchas casas estadounidenses y británicas, y cada vez se ven más en las viviendas de estilo mediterráneo. Los salones abiertos , que se conocen como open plan en inglés, son espacios grandes y diáfanos, que nos dan sensación de luminosidad y amplitud.
Los salones abiertos son el fruto de algo tan sencillo como unir la cocina, el comedor y el salón en un único espacio, eliminando los tabiques habituales en cualquier casa tradicional. Para conseguirlos, es necesario redistribuir el espacio que surge de tirar los muros que no son de carga, y cambiar la decoración para que sea más práctica.
Organizar el salón que queda después de unir el ya existente con el comedor y la cocina implica mover algunas piezas que en las casas tradicionales se consideran poco menos que ‘intocables’, como el sofá. Por ejemplo, una de las mejores maneras de conseguir un espacio con una cierta intimidad, es poner el sofá de espaldas al espacio inmediatamente anterior, sea la cocina o el comedor. También es una buena idea establecer la zona de comedor entre el salón y la cocina, para generar una circulación lógica, y para que desde la cocina sea más rápido el acceso a la mesa.
Si tenemos poco espacio, nos va a ir muy bien optimizarlo al máximo. Y una buena idea para conseguirlo es usar una isla, que sirva de encimera de trabajo, y a la vez de barra para comer. Conseguiremos completar el look genuino americano que proporciona esta pieza con unos taburetes altos estilo retro, y revistiendo las dos caras de manera diferente, según den al comedor o a la cocina. Eso sí, siempre será fundamental instalar una campana extractora potente y de la mejor calidad, para evitar que los humos de la cocina lleguen al salón y molesten a quienes están intentando relajarse.
Con estos pequeños consejos, podemos conseguir disponer de un salón abierto a la cocina y al comedor que convertirá nuestra casa en un espacio moderno, práctico de usar y, sobretodo, muy alegre y luminoso.