Cuando ya hace buen tiempo, empezamos a plantearnos qué vamos a hacer para no pasar calor en nuestra casa en pleno verano. Sí que es verdad que podemos instalar un excelente sistema de aire acondicionado, pero su consumo nos va a salir por un buen dinero. Podemos reducir costes aplicando ciertos trucos de decoración, que conseguirán que nuestra casa sea un poco más fresca.
Una buena idea es empezar por usar colores claros en la decoración, ya que los tonos más oscuros tienden a absorber el calor. Por lo tanto, es el momento de olvidarnos de cortinas de tela pesada, y de alfombras y fundas de sofá de colores oscuros. El algodón y la seda en tonos claros, así como las esteras de bambú y los visillos blancos proporcionarán una buena dosis de frescura a nuestro hogar.
Además, si tenemos terraza o jardín, debemos procurar que el sol no entre hasta el interior de nuestra casa, ya que la recalentaría. Una de las mejores opciones para conseguirlo es invertir en unos buenos toldos, que tengan motor para enrollarlos e, incluso, de telas especiales que pueden reducir la entrada del calor en hasta un 80 por ciento. Si solo disponemos de ventanas, también es interesante valorar la instalación de estores enrollables realizados con tejidos tipo screen que filtran la luz solar, evitando la entrada de los rayos UV y refrescando el ambiente.
Otro de los trucos interesantes para evitar que el calor del exterior nos afecte en exceso dentro de casa es recurrir a los jardines verticales y las plantas trepadoras para aislar las paredes. Debemos pensar que, si conseguimos evitar el excesivo calentamiento de los muros, la temperatura del interior no subirá tantos grados.
Finalmente, si pese a todos estos trucos queremos mejorar aun la sensación de frescura del interior de nuestra casa, una opción más barata y ecológica que el aire acondicionado son los ventiladores de techo. Es especialmente recomendable elegir modelos con mando a distancia y aspas anchas, y tener en cuenta los metros cuadrados de habitación para elegir su tamaño.