Uno de los muebles indispensables en un salón son los sillones, pero a la vez son también una de las piezas que pueden traernos más dolores de cabeza, ya que por sus dimensiones es muy difícil de colocarlos, para tratar de optimizar el espacio al máximo.
La distribución de los sillones y de los demás muebles del salón será determinante para que consigamos crear un ambiente agradable, cómodo y en el que podamos tener todo lo que necesitamos a nuestro alcance para disfrutar de nuestros ratos de ocio.
La colocación de los sillones es una de las que despierta más dudas, ya que es necesario buscarles una ubicación estratégica, en la que podamos aprovechar la luz para leer, y a la vez la televisión o los elementos que usemos para nuestro ocio.
La mayoría de gente se decide por colocar los sillones contra la pared, con el objetivo de aprovechar el espacio. Pero la práctica dice que esto no es del todo real. Si no tenemos más metros donde colocarlos, es evidente que es la mejor posición, pero si podemos permitirnos el lujo de avanzarlos unos centímetros, detrás del sillón nos cabrá una práctica estantería, de la que sacaremos mucho provecho a la hora de rentabilizar el espacio.
Otra buena opción es colocar los sillones y sofás en medio del salón, aprovechando el espacio para combinarlos con otros elementos, como mesas de centro. De esta manera, podremos aprovechar la decoración para organizar una forma muy estética en forma de L de los sillones y sofás, combinados con una mesa de centro delante de ellos. Esta opción solo la podemos aplicar si somos lo suficientemente afortunados como para tener un amplio salón, pero hay que reconocer que resulta muy provechosa, ya que permite seguir sacando provecho de las paredes y de los espacios intermedios, consiguiendo un espacio mucho más agradable para los que tienen que pasar allí sus ratos de ocio.