Una de las tendencias más novedosas es decoración es, curiosamente, el DIY. Estas tres letras significan Do it yourself, es decir, decorar uno mismo sin tener que ir a hacer grandes compras en tiendas especializadas. Sin duda, la crisis económica es un buen motivo para su popularidad, pero no es el único.
El DIY nos permite ahorrar a la hora de decorar, pero también nos sirve para demostrar que somos personas con capacidad creativa, y sentirnos realizados. Por lo tanto, es un reto para cualquier aficionado a la decoración.
De hecho, el Do it Yourself se aplica en muchos campos, como la moda, pero la verdad es que es en la decoración donde ha conseguido llegar a lo más alto en cuanto a popularidad, ya que se ha convertido en un recurso estéticamente bueno, además de más económico. Es más, muchos profesionales de la decoración lo consideran como una manera de conseguir que una casa gane en estilo y carácter, ya que personaliza los ambientes.
La verdad es que el DIY permite hacer cualquier cosa, con solo un poco de paciencia y un poco de gracia a la hora de diseñar. Una de las mejores opciones, y más fáciles, es jugar con telas para hacer complementos de decoración para cualquier espacio de la casa. Con ellos, se pueden hacer banderines, cojines, y cortinas de diseños especiales que darán un aire nuevo a cualquier parte de la casa.
Otra opción es usar elementos reciclados, y darle un aire único, forrándolos con telas o lanas, por ejemplo. Unas botellas de cristal antiguas se pueden convertir en originales y modernos jarrones si las forramos con lanas de colores, que las convertirán en piezas únicas.
Otra idea única es crear un wall art con imágenes, textos o ideas que sean significativos para nosotros. Con ellos como idea principal, podemos jugar con combinar telas, pinturas, ceras… y plasmarlo todo en un lienzo para colocarlo en la pared de tu comedor y darle un aire completamente personal.